IV SEMANA CULTURAL Y DEPORTIVA "VILLA DE ACEBEDO"

Dia 5 de Agosto, viernes 19,00 horas

"DIA DE LOS SOCIOS"

No cabe ninguna duda de que el núcleo principal de la Asociación Cultural son sus socios. Por eso se ha institucionalizado un día exclusivo para ellos dentro de la semana cultural. El de este año se había fijado para el viernes 5 de agosto a las siete de la tarde, sabedores de que hay gente fuera y a esa hora ya van llegando al pueblo para disfrutar el fin de semana.

Ayudados por voluntarios que siempre están dispuestos a colaborar, fuimos trasladando a las eras todo el material que íbamos a necesitar. Todos los niños fueron equipados, como el año pasado, con una camiseta y una gorra donadas por la Obra Social y Cultural de Caja España - Caja Duero. La misma equipación recibieron los mayores que iban llegando al lugar hasta que se agotaron las existencias. Nuestro amigo Jose María Álvarez Cimadevilla, Pepe Cachero, se encargó un año más de dirigir los juegos. Así hubo de nuevo el juego del picalbo, los zancos y algunos nuevos como la banderita o la soga. Prometía mucho el juego de la soga. Casi un centenar de mujeres estaban desafiantes a un lado, mientras los hombres se iban agarrando perezosamente en el otro lado de la cuerda. En total habría unas 150 personas en la contienda entre hombres, mujeres y niños. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir. Las sogas llevan muchos años guardadas en las horneras ya sin uso desde la última vez que trenzaron un carro de hierba y ante el ímpetu de los contendientes la soga se rompió por la mitad y todos los participantes cayeron patas arriba. La mayor parte quedaron ilesos y se levantaban entre risas pero algunos hubo, como D. Domingo, que hubieron de retirarse y ya no pudieron disfrutar de la fiesta. Prometemos que el año que viene compraremos una soga nueva de las más gordas ya que el juego prometía mucho y no pudo acabarse. Hay que decir que, hasta ese momento, las mujeres habían logrado una ligera ventaja. Claro que eran un ciento...y bien alimentadas ellas.

Mientras todo esto sucedía un grupo de voluntarias (casi siempre son las mismas), se afanaban en casa de Angelines para preparar la merienda que luego disfrutaríamos todos. Se cortó el embutido en el momento de consumirlo para evitar que se secara demasiado. Así sobre las 9 de la noche se dio la orden y las mesas, instaladas en el polideportivo y repletas de alimentos y bebida en abundancia, se llenaron rápidamente de comensales. Las empanadas de Campo de Caso se esfumaron como por encanto y en pocos minutos no quedaba ni rastro sobre las mesas. Los socios, y algunos que no lo eran pero que no se les notaba nada, parecían disfrutar del momento.

En poco más de media hora los comensales dieron buena cuenta de las viandas y las bebidas servidas. Y llegó la hora de entregar las medallas y regalos. De nuevo la Obra Social de Caja España aportó una buena cantidad de regalos, si bien la Asociación obsequió a los socios con algunos prácticos regalos. El sorteo se produjo según el número que cada socio tiene asignado en el archivo de socios. Y la idea era enviar el premio a cualquier lugar, si el socio no estaba presente. No fue necesario porque todos los regalos fueron recogidos in situ, bien por los propios premiados, bien por familiares o allegados.

Ya noche cerrada se marchó hacia el recien creado parque al lado del puente, cuya figura más emblemática es el chozo de pastores. Alli se tenía previsto hacer una queimada para todos los socios. La queimada, con orujo del Bierzo, resultó un éxito sin precedentes. Unos decían que estaba poco quemada, otros que si tenía poco café, alguno que si tenía mucho azúcar... pero en el caldero no quedaron ni las mondas del limón. Si llega a estar buena...

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