FESTIVAL DE POESÍA PASTORILDÍA 9 DE AGOSTO DE 2010, LUNES Los aficionados a la poesía y, en general, los que gustan de la poesía de calidad no podían faltar ese 9 de agosto a este evento de la III Semana Cultural. Efectivamente, Teyo cumplió aceptablemente con todas las expectativas y, con la sala completamente llena, comenzó una muy agradable velada. Eleuterio Prado Díez, Teyo, es un personaje más que interesante que, entre otras muchas cosas, ha tenido tiempo de escribir dos maravillosos libros sobre poesía pastoril, un mundo que conoció profesionalmente a los 9 años de edad, cuando fue motril en la majada de Vocicardiel en Maraña. No le era desconocido el mundo pastoril siendo de Prioro y siendo hijo además de un conocido rabadán llamado Bernabé Prado. Teyo, acostumbrado al micrófono debido a su colaboración habitual en el programa de radio "Protagonistas", del conocido periodista berciano Luis del Olmo, se sintió muy cómodo desde un principio, arropado por un público entregado desde que Teyo, una vez presentado, comenzó a contar simpáticas anécdotas vividas directamente en la majada. El público disfrutó de lo lindo y se rió muchas veces a carcajada limpia con las ocurrencias de Teyo. La velada se dividió en dos partes bien diferenciadas. En la primera parte, como queda dicho, Teyo empleó el tiempo en contar vivencias personales y ciertamente chistosas que le ocurrieron en sus tiempos de motril. Pero en la segunda parte salió el Teyo poeta, santimental, lírico y nos deleitó con la declamación a viva voz de algunos de sus poemas escritos en sus libros "Infancia de las lunas" y "La canción del rebaño", alguno de los cuales va por su quinta edición y el otro está ya agotado, buena prueba de la excelente acogida que han tenido en el mercado. Especialmente emotivos fueron los poemas dedicados a su madre, o el titulado "Mujer arando" donde en pocas líneas narra la gran odisea de las mujeres de los pastores que permanecían alejadas durante ocho meses de sus maridos y debían de enfrentarse a las duras faenas del campo, en muchas ocasiones embarazadas de sus hijos. Teyo estuvo acompañado en todos sus poemas de un fondo musical apropiado, que no le restó protagonismo y que combinó perfectamente con la delicadeza de su poesía. Detalle éste que no pasó desapercibido y que el público supo agradecer generosamente. Poco a poco Teyo Prado fue desgranando su delicada poesía y llegó su último poema dedicado a la muerte de su padre. Tiene tanta fuerza, tanta expresividad que no hemos resistido la tentación, con su permiso, de reproducirlo aquí mismo: CON LA CARA BIEN ALTA (Mi padre se nos marchó, como tantas veces, cuando alboreaba el otoño) Partiste, rabadán, con la cara bien alta. Otra vez, como entonces, tu cayado y el viento abriendo la cañada, con el oro de otoño prendido en tus ojos y ese brillo de lluvia, presagio de esperanza
Otra vez nos dejaste con tu nombre en los labios mientras te alejabas por senderos celestes, y un sendero de estrellas fue siguiendo tus pasos a majadas más altas.
Otra vez como entonces, cuando la tarde entró la niebla a tu mirada se fueron apagando los ecos del ocaso y suavemente estaba enocheciendo en tu alma, me enseñaste a morir como mueren los hombres: con la cara bien alta.
Yo se que, como siempre, cuando prenda el verdor de mayo en la majada volverás pastoreando un rebaño de estrellas por senderos del alba. Sencillamente majestuoso. Gracias Teyo Prado, amigo entrañable. Me arrogo el honor de darte las gracias en nombre de todo el pueblo de Acebedo a quien hiciste disfrutar con tu poesía una hermosa tarde de verano del año 2010. Agradecimeinto sincero a Teótimo, natural de Barniedo de la Reina y residente en Maraña, pastor trashumante durante quince años, quien nos regaló su sabiduría y nos hizo disfrutar también con los sabores de la majada al elaborar unas riquísimas migas de pastor en caldero que hicieron las delicias de todos los asistentes. |