EXCURSIÓN A LA VILLA HISTÓRICA DE ASTORGA

Día 9 de Agosto de 2011, martes

Parece que la excursión que organiza anualmente la Asociación Cultural se va consolidando año tras año como una de las actividades más demandadas. A juzgar por los comentarios de los viajeros parece que este año hemos conseguido organizar la excursión más completa de todas las organizadas hasta ahora. La verdad que la excursión se había preparado a conciencia y era difícil que algo fallara. El autobús estuvo puntual en la plaza, los viajeros casi también y el primer tramo hasta Mansilla se cumplió en el tiempo previsto. Faltaban siete minutos para las diez de la mañana cuando entramos en la estación de autobuses de Astorga, lugar donde habíamos quedado con nuestra guia Lourdes. Prácticamente nos recibió al pié del autobús y de inmediato comenzamos las visitas culturales.

En una plaza cercana, a espaldas de la catedral y el palacio episcopal, Lourdes nos hizo un repaso por la historia de Astorga. Muy profesional, con grandes conocimientos, nuestra guia recorrió los orígenes de la ciudad desde los tiempos más remotos hasta nuestros días. Multitud de datos difíciles de retener y anécdotas curiosas de la vida y costumbres de los maragatos. Mientras Lourdes explicaba todos los excursionistas escuchaban con mucha atención y absoluto silencio.

Y llegó el momento de la primera visita programada: el Palacio Episcopal de Astorga, obra modernista del gran arquitecto catalán Antonio Gaudí. Una vez en el interior Lourdes comenzó sus abundantes explicaciones. El palacio está dividido en tres plantas. En la planta baja además de una gran sala de recepción existe un museo donde los pueblos cercanos guardan sus más preciados tesoros religiosos. Se pudieron observar custodias de gran valor artístico y religioso. La planta segunda es, sin duda, la más espectacular del edificio. Denominada planta noble, estaba destinada a albergar al Obispo de Astorga. Así está dotada de varias dependencias con un pequeño salón del trono, despacho, comedor, dormitorios y una maravillosa capilla. Todos los techos forman espectaculares bóvedas con aristas acabadas en cerámica vidriada. Por todas partes se nota el estilo gaudí. La última planta, menos interesante, está dedicada a exposición de cuadros de pintores leonenes. Allí pudimos contemplar un cuadro de nuestro amigo Miguel Carracedo. A pesar del esfuerzo sobrehumano del gran arquitecto catalán por acabar el palacio, esfuerzos que le llevaron a morir de agotamiento, éste no ha sido nunca habitado por Obispo alguno.

La siguiente visita tenía como destino la catedral. El viajero no espera encontrarse en esta ciudad una obra de arte de semejantes dimensiones. Asistimos entusiasmados a las explicaciones de nuestra guia que vuelve a regalarnos toda clase de informaciones que hacen que comprendamos mucho mejor las maravillas que nuestros ojos están contemplando. Ya en el interior, quedamos extasiados ante la belleza del templo y de nuevo Lourdes nos explicó con todo lujo de detalles todos los secretos que guarda esta inmensa catedral.

La siguiente visita era al Museo del Chocolate. Astorga tiene una gran tradición pastelera y sus mantecadas y hojaldres tienen fama mundial. Además de las precisas explicaciones dadas por la encargada del museo los visitantes pudimos ver un audiovisual sobre la elaboración del chocolate. Después de la degustación, los viajeros compramos chocolate de todas las clases y colores. Allí despedimos con un sonoro aplauso a nuestra guia Lourdes, profesional de trato agradable y muy capacitada para su profesión como se demostró durante toda la mañana que estuvo con nosotros.

Todavía hubo tiempo para comprar los dulces típicos de Astorga antes de salir para nuestro siguiente destino que no era otro que Castrillo de los Polvazares, donde nos esperaba un excepcional cocido maragato.

Pasadas las dos y veinte de la tarde llegamos al pueblo maragato de Castrillo de los Polvazares, un pueblo que parece anclado en el pasado con casas de piedra "oxidada", tejados con cubiertas de teja antigua y calles empedradas que fueron la pesadilla de algunas mujeres que llevaban tacones. En las fachadas de las casas, grandes puertas, recuerdos de un pasado arriero. Los maragatos fueron grandes transportistas que llevaban su mercancía en carros de caballos de un lugar a otro.

El edificio de Hostería "Cuca la Vaina", donde vamos a comer, es de nueva construcción pero se mimetiza perfectamente con el entorno. Está considerado un gran emporio gastronómico por su afamado cocido maragato y para poder comer allí es necesario reservar con varios meses de antelación. Nosotros habíamos reservado en el mes de Mayo. Y a fé que la fama del cocido se ajusta a la realidad. Los comensales hablaban maravillas del cocido maragato pero, a pesar de la buena fama de algunos en el buen llantar, nadie hubo capaz de dejar la bandeja limpia. Y mira que algunos lo intentaron con ganas pero es imposible acabar con todo salvo que te arriesgues a visitar el hospital. El cocido maragato tiene la particularidad de servirse al revés, es decir, primero las carnes, rellenos, chorizo y demás, acompañados de tomate natural en lonchas, luego los garbanzos con berza y, de sobrar, que sobre la sopa, que es lo último que se sirve. Como postre se sirvieron unas natillas caseras acompañadas de mazapán, café y chupitos.

Después de una larga sobremesa, donde los viajeros aprovecharon para charlar con los compañeros de mesa, recorrimos las calles más típicas del pueblo y sobre las seis de la tarde, algo retrasados, salimos en dirección a Mansilla de la Mulas para visitar el Museo Etnográfico Provincial, última visita cultural del día. El museo es un edificio enorme, reconvertido de un antiguo monasterio. Consta de tres plantas y está repleto de útiles y herramientas rurales que, en un pasado cercano, sirvieron al hombre del campo para subsistir en un medio tan adverso. Muy recomendable la visita al Museo Etnográfico.

Emprendimos el regreso al pueblo pasadas las ocho de la tarde y pasamos el puente pasadas las nueve y media dando, un año más, las gracias a la Virgen de la Puente, cantando alegremente "Adios con el corazón" y despidiéndonos hasta el año que viene.

Enlaces de interés para esta excursión:

Catedral de Astorga, Palacio Episcopal, Museo del Chocolate

Castrillo de los Polvazares

Restaurante "Cuca la Vaina"

Museo Etnográfico Provincial de León

Volver